DOS ALEMANIAS, LA ORIENTAL Y LA OCCIDENTAL
En septiembre de 1948, en medio de la fría relación entre Este y Oeste, la ciudad de Bohn, a orillas del Rin, reunió a los representantes del Gobierno de Alemania occidental con el fin de redactar una constitución para la nueva República Federal Alemana (RFA). Un año más tarde, Konrad Adenauer (1876-1967), alcalde de Colonia durante los años de la República de Weimar, fue elegido, a sus 73 años, primer canciller de la RFA. Bonn, ciudad natal de Adenauer, fue la candidata natural como capital provisional del nuevo Estado.
Alemania oriental correspondió adoptando su propia constitución para la República Democrática Alemana (RDA). Sobre el papel, garantizaba a sus ciudadanos la libertad de prensa y religión, y el derecho a huelga, pero en la práctica dichas libertades se vieron fuertemente limitadas. En Berlín, su capital, se estableció un sistema bicameral (una de las cámaras fue abolida más tarde) y Wilhelm Pieck pasó a ser el primer presidente del país. Sin embargo, desde el principio, el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), dirigido por Walter Ulbricht, dominó la política económica, judicial y de seguridad.
Como consecuencia de la política centralista, los estados orientales de Sajonia, Mecklenburg-Pomerania occidental, Sajonia-Anhalt y Turingia se dividieron en 14 regiones administrativas, y en 1950 se creó el célebre Servicio de Seguridad del Estado (Ministerium für Staatssicherheit, también conocido como Stasi) para garantizar la lealtad al SED. Los trabajadores empezaron a depender económicamente del Estado debido a la colectivización de las granjas y la nacionalización de la producción, como fue el caso de la fábrica de automóviles Horch de Zwickau, cerca de Leipzig (que más tarde fabricó Trabants como respuesta del Este a los Volkswagen de la RFA).
En las zonas soviéticas, el exterminio de los nazis fue, en general, rápido y cruel. En la zona occidental, los Aliados celebraron juicios por crímenes de guerra en el juzgado 600 de Nuremberg (actualmente abierto a los visitantes).